Me taladra un fontanero en su redondo agujero trasero al aire libre

En el calor abrazador de la tarde, me vi necesitado de un fontanero para arreglar una grifería goteante.Poco lo sabía, esto era un punto de inflexión en mi viaje sexual.El fontanador, un hombre fornido con un grueso cinturón de herramientas, me llevó a su furgoneta blanca para una mirada más de cerca.Al bajar el cierre de los pantalones, brotó una enorme polla, pidiendo atención.Me arrodillé ante él, tomándolo ansiosamente en mi boca.Sus gemidos se hicieron más fuertes con cada embestida, alimentando mi deseo insaciable.Pronto, me volteó, hundiendo su miembro palpitante en mi apretado culo.La sensación me abrumó, llevándome a nuevas alturas de éxtasis.Sus poderosos golpes enviaron olas de placer a través de mi cuerpo, culminando en un clímax que nos dejó a ambos sin aliento, su caliente leche goteó de mi bien follado agujero.Este fue el comienzo de mis aventuras de fontanería, un testimonio de la potencia de un culo bien taladrado.